Discurso de la servidumbre voluntaria (Étienne de la Boétie)

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“¡Pobres y miserables gentes, pueblos insensatos, naciones obstinadas en vuestro mal y ciegas para vuestro bien! ¡Os dejáis quitar ante vuestros propios ojos lo más bello y más querido de vuestro pasado; saquear vuestros campos, robar vuestras casas y despojarlas de antiguos y patriarcales muebles! Vivís de tal manera que podéis decir que nada es vuestro, y parecería como si, a partir de este instante, constituyera un gran honor poseer a medias vuestros bienes, vuestras familias y vuestras vidas…”

• El Taller Glocal
• Colección erga omnes n°2
• 76 págs.
• Formato : A5
• Fecha de publicación : mayo de 2022
• ISBN Papel 978-9938-862-20-1
• ISBN Ebook 978-9938-862-59-1

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En el suroeste de Francia, en el siglo XVI, un joven erudito de 16, 17 o 18 años, estudiante de derecho en Orleans, escribió este texto, sin duda bajo el efecto de la violenta represión que acababa de aplastar una revuelta contra los impuestos en Guyana en 1548. El texto no se publicó, pero empezó a circular en forma de copias manuscritas.
Habrá que esperar unos quince años para que los protestantes, al día siguiente de las masacres de San Bartolomé (desencadenadas en París el 24 de agosto de 1572 y que se extendieron por toda Francia durante varios meses, y que provocaron cerca de 30.000 muertos), se apoderen del texto, escrito en francés y no en latín, y lo pongan en circulación, para defender su causa en un país librado a las guerras de religión. En consecuencia, Montaigne, que había previsto publicar el texto en sus Ensayos, lo retiró, pues no quería aparecer como defensor de los hugonotes. Entretanto, La Boétie había muerto en 1563: tenía, escribió Montaigne, “sólo 32 años 9 meses 17 días”. En el capítulo sobre la amistad de sus Ensayos, Montaigne escribe sobre su amistad con La Boétie: “Si se me presiona para que diga por qué lo amé, siento que sólo se puede expresar respondiendo: Porque era él, porque era yo”.
El franco-chileno Luis Casado nos propone una nueva traducción, legible y comprensible, de este clásico, presentada por el escritor colombiano Reinaldo Spitaletta y comentada por el psicoanalista franco-argentino Miguel Benasayag. En realidad, si hay un territorio sobre el que se cierne el espíritu tutelar de La Boétie, es efectivamente esta Patria Grande que va desde el Río Bravo hasta la Tierra del Fuego.

Versión

Ebook-ES, Papel

  1. GW

    “El buen lenguaje clásico llamaba doméstico a todo hombre que servía. Y era justo. El hábito de la servidumbre trae consigo sentimientos de domesticidad, en los cortesanos, lo mismo que en los pueblos. Habría que copiar por entero el elocuente Discurso sobre la servidumbre voluntaria escrito por La Boétie en su adolescencia y cubierto de gloria por el admirativo elogio de Montaigne. Desde él miles de páginas fustigan la subordinación a los dogmatismos sociales, al acatamiento incondicional de los prejuicios admitidos, al respecto de las jerarquías adventicias, la disciplina ciega a la imposición colectiva, el homenaje decidido a todo lo que representa el orden vigente, la sumisión sistemática a la voluntad de los poderosos: todo lo que refuerza la domesticación y tiene por consecuencia inevitable el servilismo.”
    José Ingenieros, El Hombre Mediocre (1913), Buenos Aires, Ediciones Libertador, 2003.

  2. GW

    “[…] con su ímpetu retórico, con su aroma a canto por la libertad, el Discours es la coartada perfecta para justificar un sistema político como el actual liberalismo –no importa si “progresista” o reaccionario–, que se presenta como “democrático”, pero que en realidad reposa en el dominio de unas elites políticas y económicas que controlan a una indistinta y difusa “clase media” que cada vez se parece más al peligroso “populacho” laboétiano. Así, la Servitude volontaire –hermosa cortina de humo que, como atestigua la sospechosa unanimidad de la crítica contemporánea, contribuye a impedir que pensemos más allá de nuestro recinto político, institucional y mental– pone de relieve, para quien sepa leerla, la aporía estructural de los actuales regímenes de democracia “electoral” cada vez más oligárquica, y de sus bases ideológicas y doctrinales. Una forma de dominio ejercida por unas elites sustancialmente incontrolables, pero sustentada en la ficción del consenso popular: un populas cada vez más difuso, más descreído, más escéptico, más amenazante, más rabioso contra sus propias elites. Que justamente por eso se agarran a libros como el Discours de la servitude volontaire.”
    Guido Cappelli,, « Gros populas. La Boétie como malentendido sintomático », In Res Publica, Revista de Historia de las Ideas Políticas, 2018

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